jueves, 20 de agosto de 2009

SALMO 116 (versión libre)



Amo al Señor, porque él escucha
el clamor de mi súplica;
porque inclina su oído hacia mí,
cuando yo lo invoco.
El Señor es tierno y justo;
nuestro Dios es compasivo;
el Señor protege a los sencillos;
yo estaba en la miseria y me salvó.
Alma mía, recobra la calma,
porque el Señor ha sido bueno contigo.
Él libró mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída,
y puedo caminar en presencia del Señor,
en la tierra de los vivos.
Tenía confianza, incluso cuando dije:
“Qué desgraciado soy”.
¿Con qué pagaré al Señor,
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo el pueblo.
Yo, Señor, soy tu servidor,
por eso rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor,
en presencia de todo el pueblo,
en los atrios de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.
¡Aleluya!
(Salmo 116)

1 comentario:

  1. Hola Joan, hoy llego un poco tarde, ya sabes las cenas con l@s amig@s es lo que tienen jajaja
    Ya te lo he dicho en la Cueva, me encantan estas versiones que estás poniendo de los Salmos y me las llevo, como te dije el primer día, me parecen más cercanas

    Y poco a poco iremos haciendo aquí un rincón de lo más acogedor, no te quepa la menor duda

    Por cierto, ayer no te lo dije, pero me gusta mucho la fotografía del principio

    Un fuerte abrazo
    Soqui

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