lunes, 15 de marzo de 2010

LA ANGUSTIA Y EL DOLOR...LLEVÉMOSLOS AL CORAZÓN


Esta es la entrada del martes. Mañana tendré un día complicado y no sé cuando podré hacer mi entrada diaria. Por eso me adelanto esta noche.

Como religioso tengo mis momentos de oración reglamentados por la comunidad. Pero por la noche, antes de irme a dormir, en mi habitación, en mi rincón de oración, ante mis tres iconos, hago un buen rato de oración. El domingo pasé este rato llorando. Yo no recibo amenazas de muerte como Luther King, pero los anónimos diarios han ido haciendo mella poco a poco. Pensé dejar correr este blog...Pero encontré la paz. Esta mañana, en la preciosa web de los claretianos, Ciudad Redonda, he encontrado este texto que refleja muy bien lo que me sucedió ayer. Por eso, porque sé que algunos de vosotros, por motivos mucho más serios que los míos, os sentís solos y agotados, quiero compartirlo con vosotros.


Ron Rolheiser (Traducción por Carmelo Astiz, cmf) - Lunes 15 de Marzo del 2010
Escribiendo en su diario personal durante un período de amarga congoja, el famoso escritor espiritual Henri Nouwen escribió lo siguiente: “El gran reto consiste en vivenciar tus heridas en vez de sólo pensar en ellas. Es mejor llorar que inquietarse o preocuparse; es mejor sentir tus heridas que comprenderlas; es mejor dejarlas entrar en tu silencio interior que hablar de ellas. La opción que afrontas constantemente es la de decidir dónde depositas tus heridas: en tu cabeza o en tu corazón”. Pero nos sentimos divididos interiormente. Una parte de nosotros mismos entiende exactamente lo que aquí dice Nouwen, aun cuando otra parte de nosotros mismos ofrece instintivamente resistencia a su consejo: hay un espacio en nosotros que no quiere llorar, no quiere sentir nuestro propio mal, no quiere llevar nuestro dolor a un lugar de silencio interior y no quiere depositar nuestras propias heridas en nuestro corazón. Y por eso, en medio de nuestras congojas y heridas, nos volvemos ansiosos y obsesivos, nos esforzamos por comprenderlas, hablamos de ellas a otros sin parar, intentamos resolverlas con nuestra cabeza en vez de disponernos a sentirlas con sencillez en nuestro corazón. Pero eso no siempre es malo. El consejo de Nouwen, con lo sabio que es, necesita alguna salvedad: Es importante que llevemos nuestras heridas y congojas también a nuestra cabeza. Nuestros corazones y nuestras cabezas necesitan estar en sintonía. Pero lo que Nouwen señala aquí es algo que él, hombre bendecido con una extraordinaria sensibilidad a las cosas del corazón, aprendió, solamente por medio de congoja y crisis nerviosa abrumadoras, que nosotros llevamos más fácilmente las cosas a la cabeza que al corazón, incluso aun cuando pensamos que no lo estamos haciendo así.El modo cómo llevamos el dolor a nuestra cabeza y bloqueamos las lágrimas saludables en nuestros corazones es por negación, racionalizando, echando la culpa, no admitiendo sencilla y honestamente la realidad, y no asumiendo nuestro propio dolor, nuestra propia incapacidad, nuestra propia debilidad y nuestra propia imperfección.Y todos nosotros tenemos mil ocasiones para hacerlo: Cuanto más vivos y sensibles seamos, más insoportables congojas experimentaremos. Cuanto más honestos seamos, más conscientes seremos de nuestros propios límites y defectos. Y cuanto más puros y generosos seamos, más conscientes seremos de nuestro propio pecado y de nuestras traiciones. Así que el consejo de Nouwen contiene un desafío saludable: Cuando nos sentimos humillados por la angustia y el dolor, no habríamos de intentar negar ese dolor, negar su fuerza amarga, o negar nuestra impotencia al abordarlo. Hacer eso es arriesgarnos a volvernos duros y amargos. Pero si damos a nuestras profundas penas y angustias lo que les es debido honestamente, ellas provocarán en nosotros el tipo de lágrimas que suavizan y ensanchan el corazón. Es útil recordar que las lágrimas son agua salada, de la misma sustancia que las aguas de los océanos originales, de los que surgimos “al principio”. Las lágrimas nos conectan con nuestros orígenes y permiten al agua originaria de vida fluir de nuevo a través de nosotros.Además, cuando llevamos nuestro dolor a nuestro corazón, cuando admitimos honestamente nuestras debilidades e impotencias, Dios puede finalmente comenzar a colmarnos de fortaleza. ¿Por qué? Porque solamente cuando nos humillamos en completo desamparo, sólo cuando al fin renunciamos a nuestras propias fuerzas es cuando Dios puede enviarnos un ángel para fortalecernos, como el mismo Dios envió un ángel para fortalecer a Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní.Una noche, unos meses antes de su muerte, Martín Lutero King recibió por teléfono una amenaza de muerte. Ya había ocurrido así antes, pero, esa noche concreta, la nueva amenaza le dejó asustado y debilitado hasta la médula. Todos sus miedos cayeron sobre él de una vez. Conozcamos sus palabras para ver qué ocurrió después: Me levanté de la cama y comencé a caminar por el piso. Finalmente fui a la cocina y calenté una cafetera. Estaba dispuesto a rendirme. Con mi copa de café sin tocar delante de mí, intenté pensar sobre alguna forma para desaparecer de la foto sin aparecer como un cobarde. En este estado de agotamiento, cuando mi coraje había desaparecido totalmente, decidí presentarle el problema a Dios. Con la cabeza en mis manos, me incliné sobre la mesa de la cocina y oré en voz alta. Las palabras que dirigí a Dios aquella noche están todavía vivas en mi memoria.
“Aquí estoy, Señor, tomando una postura firme por una causa que creo justa. Pero ahora tengo miedo. La gente acude a mí buscando liderazgo y, si me presento ante ellos sin fuerza y sin coraje, ellos también titubearán. Me encuentro ya sin fuerzas. No me queda ya nada. He llegado a un punto donde no puedo afrontar la situación yo solo”.
En ese momento experimenté a Dios presente, como nunca antes le había experimentado”. Solamente después que el desierto ha realizado su trabajo en nosotros, dice Trevor Herriot, puede venir un ángel a fortalecernos. Por eso es mejor sentir nuestras heridas que comprenderlas; es mejor llorar que inquietarse o preocuparse por ellas.


Gracias por leerlo.


12 comentarios:

  1. Joan , comprendo la debilidad y las lagrimas porque todos tenomos mares propios que vamos llenando a lo largo de nuestra vida. Hoy , mi cansancio es tan extremo que no podria ni ver el ángel que tú mencionas pero, estoy segura de que dentro de un par de días levantaré los ojos y la fuerza estará presente. Joan , cualquier psicologo nos explicaria la intención de los anónimos. Son gente con una cobardía genetica y que no se gustan . ¿ vamos a dejar que estas personas nos pongan en duda ? ¿ Y nuestra vida pasada , nuestras vivencencias, nuestras entregas ? No, nadie con ideas más o menos claras permite que estas gentes les hagan sentir la más minima inquietud. Acude a la sonrisa ; es un ángel que nos envian . Este medio abre puertas a todos y no voy , ni vamos a consentir que sean esas ideas antiguas y fuera de la realidad que se vive , las que entren y nos aplasten . No se trata de nosotros, se trata de las gentes a las que se defiende. Afortunadamente , mayoria. Por eso se revuelven como avispas, saben que su final está cerca.
    Te dejo mi abrazo solidario y de amistad, siempre.
    Gloria

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  2. Lo leí todo.
    Joan amigo hicistes bien en llorar en desahogarte de esa manera que pelear con la vida. Si además como me dice mi padre, para qué comerte el coco si tiene solución y si no la tiene, igual, para qué.
    Sabes? siento mucho lo que te está pasando con todo este tema de los comentarios de anónimos. Tú sigue con lo tuyo, aquí con nosotros en tu rincón estamos en paz. Haces bien en no recibirlos en tu casa, porque no se merecen que se les escuche. Siento decir esto, pero es así.
    Espero que muy pronto pase ya esta fiebre que te viene envolviendo, para cuánto tiempo ya, un año?... pfff, demasiado, normal que a veces rompas a llorar, pero sigue haciendolo, no como yo, que a veces ni llorar puedo.
    Bueno amigo, aquí me tienes para lo que sea, sabes? tengo la esperanza de que algún día te conoceré. :)
    Un fuerte abrazo.

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  3. Joan, siento dolor al leer el texto tuyo y el de la web de los claretianos. Pero más dolor al saber que no estás bien y no te dejan en paz.

    He ido leyendo blogs que, atando cabos por comentarios, he ido encontrando donde escriben disparates sobre tí y en menor medida de Gloria y Soqui.

    Y me parece increíble que haya personas que tengan esas ansias de dañar al prójimo. Y muchas veces me pregunto: si son tan ruínes, ¿tratan así a sus hijos, padres, hermanos...?
    ¿Cómo pueden dormir toda la noche en paz?

    No lo entiendo.

    Joan, sabes que paso cada día por aquí y sabes dónde encontrarme.

    T'envio una forta abraçada.

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  4. Es precioso Joan, yo también lo había leído y me ha encantado volver a hacerlo, sabes que entro habitualmente en la web

    En cuanto a lo demás.... no se si será porque yo siempre he sido muy llorona, pero la verdad es que estoy convencida de que llorar es bueno y ponernos en manos de Dios, cuando las fuerzas nos fallan, también lo es
    Es ahí donde podemos encontrar la paz, en esos momentos en los que nos damos cuenta de que las fuerzas nos fallan y lo queremos tirar todo por la borda, ¡¡son momentos que me suenan bastante....., es lo que tiene "el ser tan jóvenes".....

    Un beso y un abrazo tan especial como el de ayer

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  5. Hermano, hago extensiva mi oración a tí y quiero decirte algo que la propia vida me ha enseñado.
    Las lágrimas lavan el alma, es cierto, pero así como la propia lluvia, tienen un tiempo, luego es turno del sol.

    Los anónimos son solo eso, oremos por ellos y por su conversión y crecimiento en el amor. Nada hay que la oración no transforme ya que esa gracia y don que Dios nos da es para pedirle por esas gentes.

    Mente, corazón y acción han de estar alineados y equilibrados en el amor a Dios. Y para Él nada es imposible.

    Nunca nos olvidemos de Nuestro Señor Jesucristo en el huerto de Getsemaní, y esa oración tan profunda por esa generación, por las pasadas, por las presentes y futuras, por tí y por mí.

    Cuando nos duele la injusticia hasta las entrañas nos da indicio que aún debemos crecer y refinar nuestro aprendizaje en el amor a Dios y a nuestros hermanos. El agresor muchas veces nos viene a marcar indirectamente nuestra debilidad y que debemos mejorar para seguir adelante y no quedarnos en lo que termina siendo con el tiempo una batalla de nuestro propio ego. No lo transmito desde un libro, sino del ejercicio diario de domar junto a Jesús mi terco corazón. He aprendido no a arrastrar mi cruz, sino a abrazarla. Los anónimos son solo un momento, Dios se moviliza en el tiempo. Los anónimos, siguen tomando senderos y atajos, cuando Jesús es camino.
    Ora por mí, oro por tí.

    Que el amor de Jesús te colme de dicha y te bendiga. Recuerda la oración de Jesús en Getsemaní.

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  6. Chapeau por Trevor¡¡
    Y mejor así,aunque duela¡
    Porqué Dios ha puesto a este señor en tus manos y lágrimas en tu ojos?Para que aprendamos y lloremos la herida de los demás como algo pasajero y como enorme enseñanza.
    NO es silenciar el dolor,es aprender a soportarlo.La esperanza es una virtud que honra al ser humano.No desesperes¡¡
    Me alegra saber de tu sentir,de tu aceptación de tu...en definitiva, mundo interior "dibujado" en la ventana del prójimo .
    Tomemos ejemplo de tu actitud que, dada la soberbia que nos caracteriza,no todos son/somos capaces de mostrar.
    Benditas las lágrimas que purifican ¡Benditos los "ángeles" que nos ofrecen su mano¡¡
    Besucos y bendiciones para tí¡¡

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  7. Benvolgut Joan,
    és interessant l'escrit que exposes i tinc empatia amb tu pel teu estat d'ànim. Descrius el dolor, l'angoixa, i fas confidència de llàgrimes.

    Saps que en general les dones solem plorar més. Resulta un bon mecanisme de defensa, com la caldera que si no deixés anar el vapor rebentaria. És necessari exterioritzar el dolor. Sé perfectament que el cervell ha d'anar en sintonia amb el cor, però, sospesat tot, les dones, i els homes sensibles també, solem tenir un cercle reduït d'amistats en qui et pots confiar. En fer-ho, el dolor s'esbrava, no desapareix pas, però s'esbrava, i això és convenient.
    També és aconsellable escriure'l. Quan em van operar, en una clínica de Dijon, el cirurgià, sabent que era escriptora, em va aconsellar peremptòriament: "¡Escrigui! Com a teràpia l'ajudarà."

    Ara bé, hi ha dolors i dolors. Les llàgrimes, com la pluja, són catarsi.

    Una abraçada,

    Olga Xirinacs

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  8. Un abrazo de entendimiento y apoyo desde el viejo reyno.
    No es maravilloso poder entender cuanto aquí has reflejado. Sí, amigo del alma, te acompaño.
    Aiara

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  9. Hola Joan ,Cada dia paso por aqui ,tus reflexiones me ayudan , buen trabajo.Un abrazo

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  10. Estimado amigo, te comprendo muy bien, más bien de lo que crees. No entiendo por que hay gente que envia mensajitos ofensivos solo porque a algunos nos gusta expresar y compartir con los demás por aqui. Durante meses he pasado por un martirio cibernetico y es la primera vez que lo expreso, solo amigos muy cercanos saben de que hablo,...me refugié en la oracion y la meditación diaria, y en mi vida fuera de la red.Dejé de lado mi grupo, mi blog, mis escritos,.. todo porque a alguien le dio por hacerme la vida imposible por aqui.Gracias tus palabras me sirven de ayuda a mi también. Maby

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  11. Gracias a tí por compartirlo..
    Cierro lo ojos y escucho la música..
    Isa.

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  12. Hola de nuevo amigoooooo.
    Espero que ya te sientas mejor. Lo deseo de todo corazón.

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