martes, 13 de julio de 2010

DOLOR Y SUFRIMIENTO


He aquí dos conceptos que suelen confundirse casi siempre. Se nos dice con frecuencia, que la medicina nos ofrece medios suficientes para que el enfermo no sufra. Al decirnos esto se está pensando no en el sufrimiento, sino en el dolor. Acompaño últimamente cada lunes a un enfermo al oncólogo. La quimio y la radio sobre la lengua y ganglios del cuello, le produce dolorosos efectos secundarios. La pregunta de los médicos, excelentes por supuesto, es si con los analgésicos que tiene puede soportar el dolor. Con la respuesta afirmativa del enfermo se quedan tranquilos y pasan a otro tema. Nunca le han preguntado por el sufrimiento.

El dolor es una de las causas del sufrimiento, pero no es la única. El dolor es fisiológico. Es la señal de alerta de nuestro sistema nervioso, que nos está diciendo que algo no marcha bien. El sufrimiento engloba toda la persona: su cuerpo y su espíritu. Se sufre, además de por el dolor, a causa de falta de esperanza, del miedo a la muerte, de heridas no cerradas, problemas no rsueltos, falsas o verdaderas culpabilidades...Se sufre por motivos muy sutiles e íntimos, que difícilmente detectará el médico. A lo más le recetará ansiolíticos y antidepresivos, pero no irá a la raiz del problema.

El sufrimiento del enfermo causa un gran estrés en familiares y enfermeros, que somos lo más cercanos al paciente. La impotencia de no saber qué hacer para paliar ese sufrimiento llega a hecerse insoportable. Sabemos que el médico nos ha dejado pautados una dosis de refuerzo de morfina si le aumenta el dolor. El amor es el único verdadero medicamento que alivia el sufrimiento. Pero no sabemos cómo administrarlo...

Cuidar el entorno donde se encuentra, con flores, luz, que sin molestarle, den un tono de alegría a la habitación. Dejarle hablar, más que hablar nosotros. Buscarle asistencia religiosa y psicológica de calidad. No alguien que lo culpabilice, sino que lo llene de paz. Alguien que le ayude a reconciliarse consigo mismo y con los suyos...

Se trata de aplicar, aquí también, el mismo esfuerzo. El de hacer un mundo más humano. Que el humanismo y la espiritualidad no se queden atrás y pierdan la carrera con la tecnología y la ciencia. Somos hombres, no robots...La técnica nos ayuda...pero no vale de nada si nuestras vidas no tienen un sentido...Si no tenemos una esperanza...Si no nos sentimos amados...

9 comentarios:

  1. JOAN JOSEP.

    EL AMOR ESPIRITUAL ES CAPAZ DE ALIVIAR EL DOLOR FISICO DEL ENFERMO, EL ACOMPAÑAMIENTO EL CARIÑO HACEN MUCHO.

    ENHORABUENA POR HACER TANTO BIEN.

    UNA ABRAÇADA, montserrat

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  2. Terminas con la base de todo, el amor, que en definitiva es lo que tendría que llenar toda nuestra vida.
    Me has dejado pensando mucho en todo lo que dices; es verdad que en la actualidad, el dolor físico es más fácil de controlar que hace algunos años, pero ese sufrimiento del que hablas... me parece mucho más difícil de superar, deben de pasar tantas cosas por la cabeza en esos momentos......, el miedo a la muerte, las cosas mal hechas, hechas a medias o simplemente dejadas de hacer.....

    Me parece muy difícil encontrar las palabras justas yo creo que me quedo con escuchar y hacer la vida lo más fácil y agradable posible, por mi parte le sigo teniendo muy presente en esos momentos en los que procuro quedarme a solas con Él

    Un fuerte abrazo

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  3. I moltes vegades les malalties físiques es desencadenen com a conseqüència de sofriments varis -com els que comentes- que es van suportant al llarg de la vida i queden enquistats. Hi ha persones que n'esdevenen conscients i busquen alternatives per apaivagar aquests sofriments, mentre que d'altres persones no se n'adonen i a la llarga la pressió és tan forta que peta per una banda o altra.

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  4. I l'amor també porta al sofriment?

    La mare gaudeix veient com el fill creix, però pateix en la seva malaltia, en els seus problemes..

    L'educador vocacionat també gaudeix del seu treball davant dels joves, però davant dels seus problemes, cada vegada més freqüents, se'ls posa a l'esquena o també són font de preucupació i sofriment per a ell?.

    El que estima de debó també pateix.

    Gràcies, per aquest racó de silenci i pau, que a voltes, perquè estimes la humanitat, als malalts, el nostre món i la nostra Església a voltes també et fa patir.

    Una abraçada.

    Adrià Nyel.

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  5. Jo també ho penso, que l'amor porta al sofriment i que, com més s'estima, més se sofreix. De vegades potser són llàgrimes d'impotència davant la injustícia, de vegades potser són llàgrimes barrejades amb un punt de ràbia sana (d'estar enfadats) en veure que hi ha persones que tenen el cor molt dur mentre d'altres en pateixen les conseqüències, etc. El mateix Jesús, que estimava més que ningú, va plorar contemplant Jerusalem i segurament que va deixar anar llàgrimes en molts d'altres moments.

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  6. Todos tenemos miedo al dolor, pero no nos paramos a pensar en el sufrimiento, ese sufrimiento que corroe y hace más daño que el dolor. Todos tenemos la medicina: acoger, acompañar, escuchar, empatizar, practicar la paciencia, abrazar para que sienta el afecto y sobre todo AMAR.
    Yo también incluyo la oración, buena para el enfermo y también para el cuidador, en vuestro caso lo doy por hecho. Un beso

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  7. El dolor físico , se puede paliar con los medicamentos...pero el sufrimiento interior,la incertidumbre, el miedo a la muerte,la pena por las personas queridas que se dejan...el arrepentimiento,la impoténcia por que se acaba el tiempo de vivir...las palabras que nunca se dijeron y ya no hay tiempo...las que se dijeron y ya no se pueden desdecir...tantos y tantos sentimientos encontrados, que sumerjen al enfermo en un estado de sufrimiento mental y espiritual ,el cual podemos y debemos aliviar escuchandolo,y dejando que exprese como se siente...ayudandole con un apoyo psicológico y religioso que le aporte la paz y claridad que necesita en esos momentos tan definitivos. Y sobre todo , hacer que se sienta querido y acompañado en ese trance... al que se va a enfrentar.Muy buena entrada Joan. Un saludo.

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  8. Estas reflexiones sobre hechos vividos de cerca, nos ayudan a plantearnos lo que subyace al otro lado de cualquier situación crítica.
    Siempre se dijo que un buen médico es aquél que además de diagnosticar y dar medicinas,se preocupa de la salud "espiritual"del paciente.Esa salud,como acertadamente dices,es tan determinante ,que puede hacer que el sufrimiento se haga imsoportable,o se palíe en la medida de lo psoible.
    Claro que el amor-ese amor que necesita-mos-es la mejor medicina¡Qué pasará por la mente del enfermo cuando no tiene esa parte de su espíritu acariciada?
    Abrazos
    Consolación

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  9. Joan ¿ acaso la vida no es sufrimiento? y siendo así; ¿ él mismo no nos vacuna paulatinamente hasta llegar al final; la enfermedad que pondrá fin a todo ?
    No es ese el sufrimiento que más temo ni el qu deja una huella más profunda en nuestra mente. El dolor... te acostumbras a vivir con el y siempre hay "chutes" que lo duermen.
    Tu entrada me parece fantastica pero ( siempre hay un pero en la vida ) has olvidado que entre y además del sufrimiento y el dolor, existen ratos de alegria... que no sabems capturar ¡
    Un beso, hoy, de abuela que mañana ve a sus casi 7 kilos.

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