domingo, 26 de junio de 2011

EL PAN DE VIDA: EL SACRAMENTO DEL AMOR...

"Jesús añadió:
- Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propio cuerpo. Lo daré por la vida del mundo.
Los judíos se pusieron a discutir unos con otros:
– ¿Cómo puede este darnos a comer su propio cuerpo?
Jesús les dijo:
– Os aseguro que si no coméis el cuerpo del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida eterna; y yo le resucitaré el día último. Porque mi cuerpo es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida. El que come mi cuerpo y bebe mi sangre vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él. De la misma manera, el que me coma vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron vuestros antepasados, que murieron a pesar de haberlo comido. El que coma de este pan, vivirá para siempre.
Jesús enseñó estas cosas en la reunión de la sinagoga en Cafarnaún."


Es importante situar los textos de la liturgia en su contexto. El fragmento de hoy pertenece al discurso de Jesús, pan de Vida. Acababa de multiplicar los panes y había llegado hasta los discípulos caminando sobre las aguas. Admirados, le preguntan qué deben hacer para actuar conforme a Dios. Con estas palabras, Jesús quiere explicarles el sentido de la multiplicación de los panes, que es precisamente el sentido de la Eucaristía, de la Comunión. En el Evangelio de Juan no encontramos en la Última Cena la institución de la Eucaristía, reemplazada por Jesús lavando los pies de sus discípulos. Sin embargo encontramos en este evangelio las palabras más profundas  sobre la Eucaristía.
Carne y sangre, para los judíos, y para Jesús que lo era, tenían el siguiente sentido: carne era la totalidad de la persona. Sangre, era la vida. Como la vida sólo pertenece a Yavé, de ahí la prohibición de comer sangre, que se vertía simplemente sobre el altar para devolverla a Dios. Podemos imaginarnos la sorpresa de los discípulos  al oírle decir, que su carne es verdadera comida y que su sangre es verdadera bebida. Y que el que come su carne y bebe su sangre comparte la vida con Él.
Jesús quiere señalarnos dos cosas. Primero, que Él se ha hecho verdaderamente humano como nosotros. Ese pan y ese vino son Él mismo, su persona y su vida, que se nos ha entregado hasta dar su vida por nosotros. Segundo, que comer ese pan y beber ese vino nos hace a todos hijos de Dios con Él, nos transformamos en Él. Esa idea tan bella que llamamos el Cuerpo Místico, por la que todos formamos, cada uno desde su pequeñez, un sólo Cuerpo con Cristo.

Es triste oír decir, yo soy cristiano pero no practicante. Que significa llanamente que no participamos de la Eucaristía. Porque eso quiere decir que estamos muy lejos de haber captado su importancia. Cierto que muchas veces la misa no nos ayuda a vivir ese significado de la Eucaristía. Que sus ritos y ceremonias se nos hacen incomprensibles. Pero si hoy día los cristianos no transmitimos al resto de los hombres la verdadera Vida, es  porque no vivimos ese momento especial en el que Jesús se hace presente en medio de nosotros, dentro de nosotros, y en el que todos hemos de sentirnos hermanos unidos en el Uno. La Eucaristía es el sacramento del Amor. Amor de un Dios que se nos da y Amor que debemos tenernos todos los humanos. De nada nos sirve guardar la Eucaristía en la oscuridad de una iglesia o sacarla a la luz del día en una custodia de oro y piedras preciosas, si no participamos de ella. Y participar de ella es transformarnos en Él. Hacernos solidarios y hermanos de todos los hombres. Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, cuidar al enfermo... Dar nuestra vida como la dio Él.
Participar de la Eucaristía por obligación, por rutina, es despojarla de todo su sentido. Se trata, como nos dice el texto de hoy, de VIVIR por ÉL. Intentar ser otro Cristo. Él se conforma con que lo intentemos. El resto lo pone Él...


3 comentarios:

  1. Hola Joan Josep,Quien es el practicante?elque cumple con los ritos y no se comporta como debe?: Ho el que no cumple con los ritos y es temeroso y cumple con lo que deve?.

    Yo creo que siempre abra cosas que esten por encima de los ritos religiosos, una abraçada julio

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  2. Vienen bien las reflexiones sobre el significado de lo que es la Eucaristía,el compartir(milagro de los panes )dar la vida por los demás.Seamos Unión,pues.
    Besucos hermano

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  3. Un amigo mío me decía hace mucho tiempo que el ir a Misa y no comulgar era como si te invitaran a una boda y te sentaras a la mesa pero no comieras nada y es algo que sigue siendo bastante corriente eso de "ir a Misa" todos los domingos, pero no Comulgar nunca y esas personas nunca dirían que no son practicantes

    Quizás la misma frase de "ir a Misa" lleva implícito ese significado de ir, estar, pero nada más; por eso a mí me gusta mucho más hablar de "ir a celebrar la Eucaristía", que se empezó a utilizar después del Concilio y se acerca mucho más a la idea del compartir, el celebrar con

    Si quienes pensamos en la importancia real que tiene, viviéramos realmente esos momentos dándonos cuenta de lo que significan, seguramente muchas cosas cambiarían en nuestra vida

    Un abrazo y feliz semana

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