miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL ANACORETA, LA INTOLERANCIA Y EL RELATIVISMO


- Es curioso - comentó el Anacoreta - Los intolerantes acusan a aquellos que respetan las ideas de los demás, sin abandonar las suyas, de relativistas. Y los relativistas acusan a los que respetando las ideas de los demás no abandonan las suyas, de intolerantes.
Sonrió a su joven seguidor y dijo:
- Tenemos la manía de bipolarizarlo todo. O negro o blanco...y olvidamos la riqueza de los matices.
- Sí - afirmó el joven seguidor - pero, si respetamos las ideas de los otros, pero nos reafirmamos en las nuestras, ¿no caemos en el inmovilismos?¿No nos impide avanzar?
Miró el anciano al joven con simpatía y añadió:
- Claro. Falta otro matiz. Conservar nuestras ideas, pero estando abiertos a la crítica y a las ideas de los demás, para enriquecernos y cambiar lo necesario. No hay verdades absolutas.
Se detuvo riendo y concluyó:
- Claro, que esta afirmación los intolerantes me la tacharán de relativista...La verdad es que no hay error más grave que hacer de una verdad parcial, una verdad absoluta...

3 comentarios:

  1. Hola Joan Josep.
    Cuando leo tu Post, termino de venir del Itinerario de Renovación de la Fe del Arzobispado de Valencia.
    Y de leer y meditar Pasajes de la Biblia en mi Parróquia.
    Así y todo respeto a los que piensan distinto.
    Pero considero mis principios cristianos como un regalo en el camino por esta vida.
    Mira hay otras filosofías que dicen "Hare Krisna" y yo digo "Corazón de Jesús en Vos confio" o "El Señor es mi Pastor".
    ¿Me consideras relativista?.
    Una abraçada germà, Montserrat

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  2. Tampoco le demos más vueltas!!.
    Sí podemos cambiar la parte que no es agradable a los demás ,pero siguiendo con nuestra forma de ser individuos.
    Si nos "llaman" o si nos "acusan"es algo que debemos aceptar,siempre y cuando el respeto prime .
    Besucos hermano

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  3. Mi abuelo decía sobre este asunto: "no estamos pa minucias". La sabiduría popular, que tb. existe:), nos dice que lo importante, los grandes valores -el derecho a la vida, a la justicia, a la paz...- no se deben relativizar; ahora, las costumbres (que muchas veces crean norma), las ideas teñidas de prejuicios, la intolerancia ante cualquier forma de pensar que no sea como la nuestra,... hay que saber interpretarlas y distinguirlas de lo que realmente nos hace más humanos: la compasión, la caridad, la generosidad...
    Hace unos días en una entrada que titulaba "relativismo a tope" http://41grados.blogspot.com/2011/10/relativismo-tope.html ciertamente me muestro contrario al relativismo, pero a ese relativismo que todo lo justifica, que no es más que una excusa para acreditar nuestras malas acciones.
    Un abrazo
    Pablo.

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