lunes, 22 de junio de 2015

¿QUIÉN SOY YO PARA JUZGARTE?


"¿Por qué miras la paja que tu hermano tiene en su ojo y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?"

Sin embargo nos pasamos la vida juzgando a los demás. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar al otro? No hay dos personas iguales. Nuestros valores son diferentes, nuestras prioridades, nuestra cultura. Cuando juzgo a alguien lo hago desde mi forma de pensar, desde lo que yo creo importante. Esto me hace ser claramente injusto. Además nos falta información. No conocemos la vida, las circunstancias del otro. No sabemos qué le ha conducido a comportarse de una manera determinada.
Nuestros medios de comunicación ejercen constantemente la crítica. Esos famosos tertulianos que se atreven a opinar de todo. Haced la prueba de pasar por tertulias de diferentes medios que hablen de la misma persona y del mismo hecho. Nunca coinciden, porque en sus juicios influyen su cultura, su ideología, su color político...
Jesús nos dice hoy, que nadie es perfecto y que es mucho más sano juzgarse a uno mismo, que juzgar a los demás. Nadie es perfecto y cada uno de nosotros sabe de qué pié cojea. En vez de juzgar, es mejor ayudar al otro a reflexionar, a conocerse. En vez de mirar los defectos de los demás, es mucho más positivo analizar en qué fallamos nosotros e intentar mejorar cada día. 

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