lunes, 30 de mayo de 2016

LA VIÑA DEL SEÑOR


Jesús comenzó a hablarles por medio de parábolas. Les dijo:
- Un hombre plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarlo todo. Luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. A su debido tiempo mandó un criado a pedir a los labradores la parte de cosecha que le correspondía. Pero ellos le echaron mano, le golpearon y lo enviaron con las manos vacías. Entonces el dueño mandó otro criado, pero a este lo hirieron en la cabeza y lo insultaron. Mandó otro, y a este lo mataron. Después mandó otros muchos, pero a unos los golpearon y a otros los mataron.
Todavía le quedaba uno: su propio hijo, a quien quería mucho. A él lo mandó el último, pensando: ‘Sin duda, respetarán a mi hijo.’ Pero los labradores se dijeron unos a otros: ‘Este es el heredero; matémoslo y la viña será nuestra.’  Así que lo cogieron, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Pues irá, matará a aquellos labradores y dará la viña a otros.
¿No habéis leído lo que dicen las Escrituras?:
La piedra que despreciaron los constructores
es ahora la piedra principal.
Esto lo ha hecho el Señor
y nosotros estamos maravillados.
Quisieron entonces apresar a Jesús, porque sabían que la parábola iba contra ellos. Pero como tenían miedo de la gente, le dejaron y se fueron."

Al hablar Jesús en su tiempo, la viña representaba el pueblo de Israel. Para nosotros representa todos los hombres de buena voluntad. Los labradores eran sacerdotes y escribas, que se habían hecho dueños del Pueblo. Hoy son todos aquellos que emplean la violencia en nombre de la religión, para dominar el mundo.
Es muy fácil aplicarlo a Isis. Pero Jesús nos habla a nosotros, a cada uno de nosotros. Y debemos examinarnos y reflexionar si hemos recibido al Hijo en nuestros corazones o lo hemos eliminado. ¿Realmente es el evangelio, es la Palabra la que mueve nuestra actuación, os el interés de dominio y poder? Esto debemos preguntárnoslo todos; desde el Papa al último creyente. ¿La viña es el Reino fraterno de todos los que seguimos a Jesús, o es nuestro coto privado para aprovecharnos de los demás? ¿Somos servidores?

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