lunes, 19 de septiembre de 2016

REFLEJAR A DIOS


"Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.
Así que oíd bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que cree tener se le quitará."

La Palabra de Dios es luz. Y esta luz está hecha para iluminar a todo el mundo. No es una palabra para guardarla para nosotros, si no para anunciarla a todos. Y no se trata únicamente de repetir esta Palabra, si no de hacerla vida, de vivirla. Si somos discípulos de Jesús, debemos transparentar sus palabras con nuestra vida. Debemos reflejar a Dios.
Si nuestra vida está llena de hipocresía. Si decimos una cosa y hacemos otra, aunque sea en privado, un día se sabrá todo y transmitiremos el mal en vez del bien.
Nuestra sociedad pierde la noción de Dios. Parece que cada día está más ausente de nuestras vidas ¿No será que no lo reflejamos?¿No será que los cristianos escondemos la Luz en vez de expandirla por todo el mundo?

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