miércoles, 14 de junio de 2017

LA PLENITUD DE LA LEY


"No penséis que yo he venido a poner fin a la ley de Moisés y a las enseñanzas de los profetas. No he venido a ponerles fin, sino a darles su verdadero sentido. Porque os aseguro que mientras existan el cielo y la tierra no se le quitará a la ley ni un punto ni una coma, hasta que suceda lo que tenga que suceder. Por eso, el que quebrante uno de los mandamientos de la ley, aunque sea el más pequeño, y no enseñe a la gente a obedecerlos, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedezca y enseñe a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos."

Nos equivocaríamos interpretando este texto como una apología del legalismo. Jesús no quiere quitar ni un punto ni una coma de la ley, pero quiere darle su verdadero sentido.
Debemos leer este texto a la luz de todo el evangelio. Entonces no tendremos ninguna duda en reconocer que ese verdadero sentido es el del amor. La plenitud de la ley no es el legalismo, sino llegar al amor a través de ella. Cumplirla, porque amamos a Dios y porque amamos a los demás hombres. Le verdadera ley, la plenitud de la ley, debe llevarnos al amor de Dios y al bien del prójimo, que son cosas similares. El que ama, cumple hasta el precepto más pequeño, porque los transforma en actos de amor.  



1 comentario:

  1. La plenitud de la Llei és transformada en actes d'amor. Els preceptes més petits són actes d'amor.

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